¿En quién pensamos todos cuando un prooblmea fuerte nos cae encima? ¡Dios ayúdame!, ¡quiero estar con mi mamá! son las expresoinaes más comunes y tienen una lógica. Cuando no sabemos la dirección hacia la que debemos dirigirnos pensamos en algo etéreo, divino que nos guíe pues nuestros recursos se han terminado. Por otro lado, en nuestra forma de percibir el mundo quien tuvo más influencia indudablemente fue nuestra madre así que en los momentos dessperados, necesitamos esa protección que nuestra madre nos dio desde el primer instante que nos formamos como futuros humanos, en su vientre.
Cuando salimos al mundo propiamente dicho ya tenemos otros apoyos, otras referencias y es nuestra familia en donde se agregan papá y hermanos en las familias tradicionales y seguramente tíos, abuelos, etc. Esa es nuestra raíz, nuestra referencia primera sobre el mundo, nuestra segunda protección después del vientre materno y ese entorno será quien nos forme o deforme. Buena parte de las problemáticas que tendremos como adultos se generan en esos primeros años de convivencia con nuestra familia, problemas que cargaremos por el resto de nuestra vida o que sabremos eliminar en algunos casos. Nuestro concepto de la vida, de las relaciones humanas, nuestra educación se genera en ese seno, no en la escuela. Seremos copia fiel de aciertos y de errores de ese pequeño universo. Las posibles futuras fracturas de este entorno s egeneran en esos primeros años. Así como unos padres fuertes, inteligentes, seguros, con fe, respetuosos de la vida en general echarán al mundo hijos más o menos adaptados (digo más o menos porque no existen familias perfectas), así también familias donde hay faltas de respeto constantes, padres excesivamente agresivos o muy débiles, vicios, infidelidades, violencia interna, separaciones tempranas, le darán matices a la vida de los seres que de ese núcleo salgan al mundo.
En México vivimos los efectos de esas fallas en las familias que están dando hijos fácilmente seducidos por obtener dinero fácil, que no respetan la vida ni la suya misma (drogas, asesinos adolescentes) y evidentemente esta carencia de sensibilidad, de inteligencia para darse cuenta que hay cosas indispensables que debemos mantener intactas como nuestra vida, nuestra libertad y nuestros cariños (todos amamos algo o a alguien en la vida) entonces realmente hemos descompuestro nuestra brújula. Personas sin ideales, sin fe en el futuro, sin respeto por la vida, flojos son el resultado de familias descompuestas.
Los lazos familiares deben mantenerse y restablecerse en caso de que se hayan roto. Quizá haya rupturas que no puedan repararse, eso sucede y en ese caso lo mejor es tomar distancia para no generar odios. En otros casos, son los primos los familiares cercanos y queridos, los amigos… esa también es una forma de familia. SIEMPRE QUE HAYA LAZOS FUERTES DE AMOR QUE UNEN DE MANERA SÓLIDA A DOS O MÁS PERSONAS PODEMOS HABLAR DE UN NÚCLEO FAMILIAR. Hagamos esos lazos cada vez más fuertes, si la familia tradicional está fallando, si por alguna razón tu familia falló, si tu gente cercana son los abuelos, los amigos, tu nana, el sacerdote o tu pastor, tus padres adoptivos, no importa; GENEREMOS Y CONSOLIDEMOS ESOS LAZOS CON LA GENTE QUE SABEMOS AMAMOS Y NOS AMA, QUE NOS DA SEGURIDAD Y CONFIANZA INGREDIENTES INDISPENSABLES PARA QUE GERMINE EL CARIÑO PUES ESTAMOS DISEÑADOS PARA VIVIR, PERTENECER A UN GRUPO ASÍ QUE FORMAR Y FORTALECER EL QUE TENGAMOS.
Rafael Redondo