Internet se ha introducido a tal grado en nuestras vidas que estamos obligados a aprender a vivir nuestra vida real y nuestra vida virtual, esa proyección nuestra nos obliga también a diferenciar perfectamente EN CUÁL DE ESAS DOS DIMENSIONES NOS ENCONTRAMOS Y SOBRE TODO, NO PERDER DE VISTA QUE NUESTRA ANCLA ES A VIDA REAL Y EL «ALTER EGO» VIRRTUAL, SÓLO UN ESPEJISMO.
Esta condición nueva debe ser manejada con excesivo cuidado pues AL IGUAL QUE LA FAMA, EL PODER O EL DINERO ES UN MONSTRUO DE SIETE CABEZAS QUE PUEDE CONFUNDIRNOS. Internet es una herramienta, maravillosa, aún objeto de exploración humana que nos ha llevado a re dimensionar las actividades humanas entre ellas, el amor.
MUCHAS SON LAS PERSONAS QUE HAN LOGRADO CONSEGUIR EL AMOR EN EL MUNDO VIRTUAL PERO SON MUCHAS LAS QUE SE HAN CONFUNDIDO A TAL GRADO QUE EN EL PROCESO YA PERDIERON LA DIRECCIÓN.
Hace unos días hablaba con tres amigos psicólogos y me comentaban que buena parte de sus pacientes llegan a consulta debido a que se sienten solos, poco atractivos, con el amor propio al nivel del suelo y sin fe en el amor.
Es tal la cantidad de gente que uno ve en esa vida virtual que creemos que las posibilidades crecen aunque sucede lo contrario. El número de rechazos por parte de la gente virtual que nos interesa nos lleva a creer (ojo, a creer) que no somos los suficientemente atractivos para conseguir una pareja.
DEBEMOS TENER CLARO QUE ENCONTRAR UN COMPAÑERO O COMPAÑERA SIEMPRE HA NECESITADO UN ESFUERZO Y QUE ES SOLAMENTE CON EL TRATO COTIDIANO QUE LLEGAMOS A SENTIR CARIÑO Y DESPUÉS AMOR POR ALGUIEN. EL CONTACTO VIRTUAL RESULTA DEMASIADO EFÍMERO PARA LOGRAR COMPATIBILIDAD; LOS HUMANOS NECESITAMOS CONTACTO FÍSICO, AROMAS, ENCANTO, ADMIRACIÓN, CONFIANZA, RESPETO (ENTRE OTROS REQUISITOS) PARA ENAMORARNOS.
Les invito a abordar estos asuntos profundamente humanos y fundamentales para nuestra existencia con mesura y CONSCIENTES DE LAS LIMITACIONES DE LA VIDA VIRTUAL.
Rafael Redondo